Robert Kiyosaki: el mundo está al borde de una gran depresión
Robert Kiyosaki, un autor que ha inspirado a millones de inversores en todo el mundo con su libro Padre Rico Padre Pobre, es extremadamente pesimista sobre el futuro del sistema financiero. De hecho, cree que el mundo está al borde de una «nueva gran depresión».

Una nueva gran depresión
En 2014, Kiyosaki publicó un libro en el que predijo el mayor crash bursátil de la historia. Según él, esta predicción se hará realidad en el año 2025. «Los mercados se desploman y mi preocupación es que el mundo esté camino a una nueva Gran Depresión», dijo un preocupado Kiyosaki.
Por otro lado, queda la pregunta de qué tan en serio debemos tomar a Kiyosaki, ya que es conocido por este tipo de predicciones.
Parece que Kiyosaki predice constantemente el fin del mundo. Si lo dices lo suficiente veces, eventualmente acertarás. Esa parece ser la estrategia que sigue.
En cuanto a la economía estadounidense, actualmente es difícil prever una Gran Depresión. El crecimiento económico sigue siendo sólido, mientras que el desempleo también está en niveles históricamente bajos.
Sin duda, siempre se pueden señalar pequeños problemas o puntos de datos un poco más débiles, pero en general, la imagen sigue siendo positiva en cuanto a la economía.
Enriquecerse durante una depresión económica
También, Robert Kiyosaki ofrece consejos para las personas que desean enriquecerse durante una depresión económica.
Según Kiyosaki, es relativamente sencillo salvarse a uno mismo en tales situaciones. Recomienda a las personas comprar la mayor cantidad posible de oro, plata y Bitcoin como medios de protección contra tiempos de estrés económico.
Esto suena muy sencillo, pero queda la duda de si realmente funcionaría. Si el desempleo aumenta significativamente y se cumple la predicción de Kiyosaki sobre una crisis financiera mundial, ¿de qué servirán el oro y el Bitcoin?
La mayoría de las personas probablemente no tendrán la posibilidad de comprar activos financieros en ese momento. Es probable que tengan que vender, primero los activos más líquidos, y luego, por supuesto, también sus casas.
Para enriquecerse en una crisis, se necesita más que la voluntad de comprar Bitcoin, oro y plata. También hay que posicionarse de manera que no se sea vulnerable. Esa es quizás la mayor desafío.