Morgan Stanley allana el camino para aún más inversiones en criptomonedas
El mundo de los inversores institucionales está cambiando a gran velocidad. Según una nueva investigación de State Street, uno de los mayores gestores de activos del mundo, las instituciones financieras incrementarán en más del doble su exposición a activos digitales como Bitcoin y otras criptomonedas en tres años: de una media del 7 % actual al 16 % en 2028.
Del experimento a la estrategia
Lo que hace unos años se consideraba un experimento, la cadena de bloques y la tokenización, ahora forman parte integral de las estrategias de inversión. State Street encuestó a cientos de altos directivos del sector financiero sobre sus planes con activos digitales. El resultado es claro: casi el 60 % de las instituciones quiere invertir más en criptomonedas y activos tokenizados durante el próximo año.
“Los activos digitales ya no son un proyecto piloto”, dice Joerg Ambrosius, presidente de Investment Services en State Street. “Ahora constituyen un motor estratégico para el crecimiento, la eficiencia y la innovación.”
El poder de la tokenización
Un tema importante en la investigación es el auge de la tokenización, el proceso por el cual los activos tradicionales, como bienes raíces o bonos corporativos, se transforman en tokens digitales en la cadena de bloques. Esto hace que el comercio sea más rápido, transparente y accesible.
Según State Street, más de la mitad de los encuestados espera que entre el 10 % y el 24 % de sus inversiones se realicen a través de instrumentos tokenizados en 2030. Especialmente el mercado de capital privado y los préstamos de renta fija afrontan una revolución, ya que hasta ahora ofrecían poca liquidez y transparencia.
Más de la mitad de los encuestados menciona la transparencia como la mayor ventaja, seguida de un comercio más rápido (39 %) y menores costos (32 %). Algunas instituciones incluso creen que estas eficiencias podrían traducirse en ahorros de más del 40 %.
Cripto como motor de rentabilidad
A pesar del crecimiento de la tokenización, la criptomoneda sigue siendo la principal fuente de rentabilidad en las carteras digitales de las instituciones. Bitcoin ocupa la posición principal: el 27 % de los encuestados afirma que BTC actualmente genera los rendimientos más altos, mientras que el 25 % espera que así siga siendo en los próximos años.
Además, crece la atención hacia las stablecoins y los activos del mundo real tokenizados (RWA), que ofrecen una base más estable para el uso institucional.
Morgan Stanley abre sus puertas a todo el mundo
Los bancos también están respondiendo a esta tendencia. Morgan Stanley, con más de 7,7 billones de dólares en activos de clientes, hará accesibles las inversiones en criptomonedas a todos los clientes a partir del 15 de octubre de 2025.
Mientras que antes solo los inversores adinerados tenían acceso a fondos cripto, ahora los clientes habituales también pueden participar, incluso a través de sus cuentas de pensiones.
El banco sí aplica una política cautelosa. Se utiliza un sistema de control automático para evitar que los clientes inviertan demasiado de su patrimonio en criptomonedas. Según la directora de inversiones (Chief Investment Officer) Lisa Shalett, se recomienda una asignación inicial de criptomonedas de hasta el 4 %, dependiendo del perfil de riesgo.
La madurez del mercado cripto
Los hallazgos de State Street y la flexibilización de la política de Morgan Stanley muestran la misma tendencia. Las criptomonedas ya no son un nicho, sino una parte integral de las estrategias de inversión modernas.
Las instituciones no solo siguen la tendencia, sino que ayudan a darle forma con bonos tokenizados, stablecoins y fondos de Bitcoin regulados. Con ello, los próximos años parecen inaugurar la era en la que los activos digitales consolidan definitivamente su lugar en las carteras del mundo financiero.
