Este indicador puede ser un predictor de la temporada de altcoins, presta atención
Los inversores a menudo miran las cifras de inflación y empleo para predecir el próximo paso de la Reserva Federal, pero hay un indicador menos conocido pero muy confiable que puede decirnos exactamente cuándo el banco central de Estados Unidos intervendrá: el índice MOVE. Y ¿qué tiene que ver este índice MOVE con la temporada alta?

¿Qué es el índice MOVE?
El índice MOVE es para el mercado de bonos lo que el VIX es para el mercado de acciones, un barómetro de volatilidad y miedo. Este índice mide la inestabilidad en el mercado de bonos del gobierno estadounidense, y en este momento el medidor está en rojo.
El lunes pasado, el índice alcanzó 137.2996 después de un impresionante aumento de 11.5930 puntos en un solo día, un aumento del 9.22%. Esto acerca peligrosamente al índice al límite crítico de 140, un nivel que en el pasado casi siempre ha llevado a la intervención de la Fed.
Las alarmas suenan
Lo que hace que este desarrollo sea particularmente preocupante es el patrón en el que se produce el aumento. Después de haber permanecido relativamente estable durante cuatro meses entre 85 y 115, el índice rompió en marzo y se mantuvo en verde en 13 de las 14 sesiones de negociación siguientes.
Los analistas de gráficos señalan que esto no es una acumulación gradual, sino puro pánico. No ha habido pausas ni correcciones, solo un aumento continuo que indica un gran estrés en el sistema financiero.
El nivel mágico de 140
Cuando el índice MOVE supera los 140, alcanza un nivel que en ciclos anteriores siempre ha provocado acción por parte de la Reserva Federal. Este nivel significa que la liquidez se agota, los diferenciales explotan y los mercados ya no funcionan normalmente.
En tal situación, la Fed se vería obligada a reaccionar, incluso si la inflación sigue siendo alta. Y esto puede llevar a la apertura del manual habitual en forma de inyecciones de liquidez, operaciones de repos o incluso tácticas de QE-lite bajo el pretexto de «funcionamiento del mercado». Anteriormente, Raoul Paul compartió una imagen del aumento general en la oferta monetaria mundial. En el gráfico, un aumento tiene claramente un impacto en el precio de Bitcoin.

Inyecciones de liquidez: ¿Una primavera nueva para las criptomonedas?
Cuando los bancos centrales como la Fed comienzan a inyectar liquidez en el mercado, esto suele tener un efecto positivo sorprendente en las criptomonedas. Después de las medidas de estímulo de COVID-19 en 2020, vimos que Bitcoin subió de $5,000 a casi $69,000. Esta fuerte reacción surge de un mayor apetito por el riesgo entre los inversores, el papel de las criptomonedas como posible cobertura inflacionaria y el creciente compromiso institucional. El índice MOVE ahora se acerca al límite crítico de 140, lo que podría significar que pronto veremos nueva liquidez fluir en el sistema.

Si la Fed realmente interviene, podemos esperar un período emocionante para las criptomonedas. A corto plazo, esto podría resultar en aumentos de precios, con Bitcoin tradicionalmente siendo el primero en moverse. A medio plazo, la entrada de nuevo capital incluso podría marcar el comienzo de un nuevo ciclo alcista. Para los inversores en criptomonedas, monitorear el índice MOVE es una herramienta valiosa para anticipar posibles cambios en la política monetaria.
Powell bajo presión
El presidente de la Fed, Jerome Powell, declaró el viernes pasado que no quieren apresurarse a tomar decisiones sobre la tasa de interés. «El camino correcto para la política de la Fed no está claro en este momento», dijo Powell. «Se siente como si no tuviéramos prisa».
Agregó que los nuevos aranceles de importación del presidente Trump probablemente causarán un aumento temporal en la inflación, pero «también es posible que los efectos sean más persistentes».
Sin embargo, la actual caída del mercado de valores ha avivado los temores de estanflación, la combinación de crecimiento lento y aumento de precios. Esto es una pesadilla para cualquier banco central: reducir las tasas de interés podría ayudar al crecimiento pero empeoraría la inflación, mientras que aumentar las tasas podría ralentizar la inflación pero sofocaría la economía.